miércoles, 15 de octubre de 2014

CRITERIOS DE CORRECCIÓN DE LOS TRIBUNALES


1.2. Criterios de valoración para los Tribunales que han de ser coordinados por las
Comisiones de Selección:
Los apartados a tener en cuenta en la valoración de la fase de oposición y que deberán
ser desarrollados por las Comisiones de Selección, mediante criterios y/o indicadores
concretos, serán al menos los siguientes:
— Consideraciones generales: En aquellas pruebas que se deban realizar por escrito,
las incorrecciones ortográficas restarán puntuación en la calificación que se obtenga,
según el criterio que establezcan las Comisiones de Selección.
— Parte práctica: La realización del ejercicio práctico, que se ajustará a lo dispuesto
en el Anexo VII de la convocatoria, permitirá comprobar que los aspirantes poseen
una formación científica, los conocimientos y el dominio de las técnicas de
trabajo precisas para impartir las enseñanzas de la especialidad a la que opten.
Los criterios a tener en cuenta serán los siguientes:
• Rigor en el desarrollo del ejercicio práctico.
• Claridad en la resolución de cuestiones y problemas.
• Utilización adecuada de materiales e instrumentos necesarios para el desarrollo
de la práctica.
• Valoración a otorgar a cada uno de los ejercicios de que conste la prueba.
• Corrección ortográfica.
— Desarrollo del temario:
• Conocimiento científico, actualizado y en profundidad del tema.
• Estructura del tema, su desarrollo completo y originalidad en el planteamiento.
• Presentación, orden y redacción del tema.
• Corrección ortográfica.

VALORACIÓN DE LA SEGUNDA PRUEBA

Respecto a la Programación Didáctica, generalmente se valoraba la Unidad Didáctica con criterios del siguiente tipo: :
             • Presentación, originalidad e innovación aportada y aspectos formales ajustados
                a la orden de convocatoria.

·         Coherencia entre el tema elegido y el planteamiento desarrollado. Actual­mente también se trata de valorar la coherencia entre la Programación presentada y la Unidad Didáctica desarrollada y expuesta (en el caso de que sea ésta la elección).
·         Correspondencia entre los objetivos, contenidos, actividades y criterios de evaluación.
·         Equilibrio entre los diferentes tipos de contenidos.
·         Concepción pedagógica coherente con el planteamiento metodológico desarrollado y con las estrategias utilizadas.
·         Adecuación de las actividades con las edades de los alumnos, diversifica­ción de las mismas y temporalización idónea.
·         Utilización de recursos variados.
·         Relación con las otras materias (si es pertinente).
·         Grado de viabilidad y pragmatismo de la Unidad Didáctica.
·         Creatividad, originalidad e innovación en el planteamiento didáctico. Por nuestra parte insistimos en que no se trata de copiar literalmente ninguna Programación ni Unidad Didáctica, sino de consultar modelos diferentes y realizar, considerando los elementos que aparecen en la convocatoria, un diseño y desarrollo propios.
·         Contextualización adecuada (referencia a la Comunidad Autónoma en ge­neral y a las características del alumnado en particular).
·         Papel del alumno en las actividades (participativo, pasivo, etc.).

Respecto a la fase oral (defensa de la Programación y exposición de la Unidad Didáctica):

·         Exposición de las actividades: seguramente uno de los apartados que más valora el tribunal es el de las actividades, ya que en su exposición se mues­tran las cualidades pedagógicas del opositor. Algunos criterios de evalúa­ción manejados por los tribunales hacen referencia a la explicación de actividades completas (no hace falta que sean todas) desde el inicio hasta el final.
·         Aspectos formales: adecuación al tiempo, grado de naturalidad, grado de convicción, ritmo, respiración, tono verbal (diferentes inflexiones), mira­das, gesticulación, posición corporal y movimientos.
·                  Calidad de la comunicación: interés despertado por la introducción, esta­blecimiento de interacción (empatia), claridad en la exposición, fluidez en el discurso, utilización de términos adecuados, limitaciones (nerviosismo general, muletillas, titubeos).
·         Contenido del discurso: estructura (presentación, hilo conductor, conclu­sión), rigor y coherencia.

·                  Aspectos globales: si se transmite la sensación de entrar en el aula y qué hay que hacer con los alumnos de esa edad; grado de originalidad, calidad y coherencia de las respuestas con las preguntas del tribunal.


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